Retrato de un cínico
Servil yo fui
y por bien adular al que poderoso fue
al poder llegó.
Poderoso soy
porque mi objetivo logré
y en un bolsillo que llevo
las lisonjas guardé.
Pantalla me pongo de solemne pudor
y como cínico ejerzo mis gestos de honor.
Cuando sin querer me encuentro
con los que angustiados caminan,
de mi pasado me olvido
y con tiranía los miro.
Pero como adulador,
es lo que he sido
si el dudor derramado veo
de los que, en su lucha,
la lisonja falta,
el frío de mis pasos recuerdo,
de la crueldad surgido,
que a la meta me llevaba
con el fin ya cumplido.
Pablo N